Los estudiosos de las ciencias
económicas, en particular quienes estudian la economía del bienestar y
que la relacionan con las ciencias ambientales, consideren a la degradación
ambiental como un caso particular del "fracaso del mercado". Tal
degradación es una señal de que el ambiente tiende a no ser usado en una forma
óptima. Esto es, no se hace el mejor uso de sus funciones.
Estas funciones o servicios "consisten en la provisión de bienes
materiales tales como un panorama hermoso, la provisión de recursos naturales
que se usan para crear bienes económicos y la provisión de un resumidero en el
que pueden echarse los subproductos inevitables de la actividad
económica".
Los servicios ambientales se entienden como el
conjunto de condiciones y procesos naturales que ofrecen los ecosistemas por el
hecho de existir y que la sociedad puede utilizar para su beneficio. Entre
estos servicios se pueden mencionar algunos como la conservación de la
biodiversidad el mantenimiento de germoplasma, la estabilidad climática,
la conservación de ciclos biológicos y el valor derivado de su belleza y
significado cultural. Aunque estas funciones y servicios del ambiente
no se venden en el mercado, la asignación de un precio podría ser o no óptimo;
lo cierto es que el "precio efectivo de cero" no lo es.
Permite de inmediato tratar los
problemas ambientales como problemas de la determinación no óptima de los
precios, tarea que se aborda mediante la teoría del valor económico total
(VET), Este VET se compone de este modo; valores de uso pasivo y de uso activo.
Los valores de uso pasivo se subdividen, a su vez, en valores de herencia y de
existencia, mientras que los valores de uso activo se deriva el valor de
opción. Los valores de uso presente se subdividen en valores de uso directo y
valores de uso indirecto.
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