domingo, 19 de octubre de 2014

3.6 Estilos de vida y consumo.

Consumismo, como una crítica a la organización de la economía de una sociedad, se puede decir que se "despilfarra" ciertos recursos. 
Los modelos actuales de producción y consumo hacen un uso insostenible del material y de la energía y causan el agotamiento de los recursos renovables y no renovables de la Tierra. 
El desarrollo futuro se centrará en los modos de suministrar bienes y servicios utilizando menos recursos y previniendo la producción de residuos.
¿Qué rasgos definen una sociedad de consumo?
• Producción de bienes de forma barata y en gran cantidad.
• Los bienes son rentables si se vende todo aquello que se produce.
• Para vender todo lo que se produce, es preciso convencer a las personas, ahora convertidas en consumidoras.
• La publicidad, o medio por el que se induce a las personas al consumo.
• Sustitución de la necesidad por el deseo: consumimos más de lo que necesitamos.


Problemas relacionados con el consumismo.

-Un problema económico: ¿en qué medida la sociedad de consumo cubre nuestras necesidades?, ¿destina excesivos recursos (valiosos) a la satisfacción de deseos fútiles, mientras deja sin cubrir necesidades fundamentales?
-Un problema ecológico: la actividad de nuestro modelo socioeconómico y su modelo de producción y consumo choca con los límites biofísicos del planeta y resulta insostenible a medio plazo. Los actuales patrones de consumo implicarían que los españoles necesitaríamos casi 3,5 veces nuestro territorio para satisfacer los recursos naturales que demandamos. El consumo es una de las variables de incidencia en el cambio global (cambio climático, pérdida de biodiversidad, alteración de la mayoría de los ecosistemas naturales, restricciones en el acceso a energía abundante y barata).
-Un problema social: el consumo es también una práctica social, una forma concreta, desigual y conflictiva de apropiación material y de utilización del sentido que adquieren los objetos en la sociedad de consumo por parte de grupos sociales con capitales (económicos, simbólicos, sociales, culturales) distintos y desde posiciones sociales distintas. Conlleva, como hemos visto, una serie de riesgos por lo que parece necesario su control y vigilancia social y política. El consumo es hoy un elemento fundamental en la construcción de identidades sociales y de estilos de vida es decir, las actividades de la vida cotidiana, del ocio y del consumo… pero también una cuestión de políticas públicas.

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